Análisis Literario — VIRGIN SOUL #08: The Day Of Defeat


Resumen: Mugaro salva a Azazel de la muerte al usar su poder para anular las armaduras de los Soldados Ónice. 


Azazel aprovecha que Charioce está distraído por el poder de Mugaro y lo ataca, pero Charioce se defiende y disfruta del duelo, seguro de que saldrá victorioso. 


Kaisar aparece repentinamente interponiéndose en la pelea y evitando que Charioce y Azazel puedan saldar cuentas, lo que lo hace pasar a ser un traidor a la corona. 


Mugaro es capturado por los dioses y, aunque Azazel intenta ayudarlo, termina siendo capturado por los Soldados Ónice, cuyas armaduras empezaron a funcionar tan pronto Mugaro fue apresado. 


Los dioses se llevan también a Bacchus y a Hamsa por traición. 


En medio de los eventos, Nina llega al lugar y se sorprende al ver que sus amigos están siendo llevados al cielo contra su voluntad. 


Al verla, Azazel le pide que se convierta en dragón y ayude a los demonios. Esto llama la atención de Charioce, quien impide que la unidad Ónice tome acciones contra ella ipso facto, pues quiere confirmar primero si Nina es realmente el Dragón Rojo. 


Aunque Nina intenta convertirse tras ver la masacre que ha quedado en el lugar, no puede y termina siendo capturada junto con Azazel y Kaisar por los Soldados Ónice.


Por la tarde, Rita se pregunta qué pasó con Nina, pero pronto se entera de que fue tomada prisionera por ser sospechosa de formar parte de la rebelión de los demonios junto a Azazel y Kaisar, y será procesada por traición junto con ellos.


Tras leer sus cargos, Kaisar y Nina son sentenciados a permanecer eternamente en prisión, pero Nina intenta negociar el tiempo de estadía, pues no quiere pasar toda su vida ahí. 


Charioce pide un momento, y le da la palabra a Nina, quien aprovecha de decirle que piensa que es un rey malvado porque maltrata a demonios inocentes e incluso los lleva a la muerte. Y que por mucho que los explote, en realidad, los necesita porque le ayudan a construir la ciudad. 


No estando conforme con lo que ha dicho, Nina continúa y le dice que, si bien todos piensan que es un rey ideal, para ella no es más que un matón. Y aunque los humanos y los demonios le teman, ella es diferente y que no le teme en lo más mínimo. 


Mientras que todos escuchan sorprendidos a Nina y esperan una respuesta hostil de Charioce, él solo ríe sin malicia, lo que llama la atención de todos. Charioce, intrigado, le pregunta si es el Dragón Rojo, pero Nina dice que no. Charioce, entonces, termina dando la orden de que se la lleven a ella y a Kaisar a prisión.


Mientras tanto, Mugaro despierta en el cielo Vanaheimr, donde es recibido por Gabriel, quien lo llama por su nombre real: El; y que es el nombre que su madre, Jeanne D’Arc le dio al nacer. Gabriel lo persuade y le dice que, si une fuerzas con los dioses, podrá volver a ver a su madre. 


Por otro lado, Bacchus y Hamsa se encuentran encerrados en castigo por no haber informado sobre haber encontrado a Mugaro en el mundo humano. 


Sofiel le pregunta a Bacchus por qué no le dijo nada, y Bacchus le responde que no lo hizo porque sintió que tenía que ocultarlo. Bacchus, además, le pregunta a Sofiel por qué quieren al Niño Sagrado. Cuando ella le dice que Gabriel pretende usarlo para que los humanos recobren la fe en los dioses, Bacchus se molesta y le dice que dejen a Mugaro al margen de todo el conflicto o significará un nuevo fin para Jeanne. 


Una vez retirada Sofiel, Hamsa de le dice a Bacchus que mientras los tomaban prisioneros, Nina gritaba desde las calles y que está preocupado por ella.


Nina y Kaisar son transportados en bote a las mazmorras subterráneas, las que son impenetrables. 


Nina le pregunta a su transportista qué pasó con el Demonio Andrajoso, y éste le contesta que, probablemente, lo están torturando para que revele quienes son sus cómplices. 


Nina se lamenta no haber sido capaz de convertirse en dragón para ayudarlo.


En algún otro lugar, Azazel está siendo torturado —tal y como lo dijo el guardia transportista—, y recibe una visita de Charioce, quien lo interroga personalmente para verificar si sabía quién era realmente el niño al que se llevaron. 


Tan pronto como Azazel reconoce no tener idea, Charioce lo llama estúpido, y le dice que los dioses habían estado buscando a ese niño desde hace tiempo y que pensaba matarlo antes de que lo encontrasen, pero que sus acciones arruinaron sus planes. 


Aunque no importa, ya que ahora que los dioses tienen al niño de su lado, no dudará en matarlos también, y que cuando lo haga, seguramente Jeanne D’Arc dejará de rezar.


Cuando Nina es llevada a prisión de mujeres, les es otorgada una celda que está justo frente a la de Jeanne D’Arc. 

Por otro lado, a Kaisar le es otorgada una celda que está justo frente a la de su viejo amigo Favaro, quien es, a su vez, el maestro de Nina.


Estilo: Los conceptos en pugna —victoria y derrota — están presentes desde el inicio del episodio y a lo largo del mismo. Charioce derrota a Azazel y lo captura junto a los traidores a la corona. Los dioses anotan una victoria frente a Charioce al capturar al Niño Sagrado y a los traidores Bacchus y Hamsa. 


Punto de vista: Predominan los de Charioce y Nina.


Tono: Derrotado


Recursos literarios fijos:

  • Temas transversales:
    • Amor
    • Identidad y Secretismo
    • Deber y Principios
  • Símbolos transversales (motifs):
    • Ají rojo

Recursos literarios mutables: 

  • Temas del episodio:
    • Victoria y derrota
    • Intrepidéz


Conflictos:
Victoria vs. Derrota


Elementos temáticos: 

  • Victoria y Derrota:
    • Azazel es derrotado Charioce y su ejército real.
    • Los dioses logran capturar a Mugaro/El —el Niño Sagrado—, lo que les da una ventaja ante los humanos y sus armaduras Ónice, representando una pre-victoria para ellos, ya que lo usarán en contra de la humanidad.
  • Deber vs. Principios
    • Al intervenir en el combate entre Charioce y Azazel, Kaisar demuestra que sigue firme en sus ideales sobre la convivencia y paz entre las tres especies, a pesar de ser un caballero Orleans obligado a obedecer al rey.
    • Bacchus le dice a Sofiel que mintió sobre no haber dado con el Niño Sagrado porque presintió que debía mantenerlo oculto, lejos de los dioses. 
    • Charioce no ejecuta ni a Kaisar, ni a Nina ni a Azazel. En cambio, envía a Kaisar y a Nina a prisión, ya que los estima.
  • Intrepidéz:
    • Cuando es capturada, Nina le dice a Charioce lo que piensa de él y que, a diferencia de humanos y demonios, ella no le teme en lo más mínimo.
    • Al igual que Nina, Charioce no le teme a nada, e incluso disfruta de pelear contra Azazel. 
  • Amor:
    • Charioce se pregunta si acaso se ha enamorado del Dragón Rojo cuando Azazel deja abierta la posibilidad de que lo sea al pedirle a Nina que se transforme y ayude a los demonios.
    • Charioce se ve aún más atraído hacia Nina cuando ella le dice que a diferencia de humanos, demonios y dioses, ella no le teme en lo más mínimo. Nina es la única persona en todo el mundo que no le teme, y eso lo hace tan feliz que solo puede reír genuinamente tras escucharla.
    • Está implicado que a Belphegor le gusta Azazel.
  • Identidad y secretismo:
    • La identidad de Mugaro es revelada. Su nombre real es El, y es el hijo de Jeanne D’Arc. Por lo tanto, el poder que posee para anular las armaduras es divino.
    • Charioce tiene la certeza de que Nina es el Dragón Rojo desde el momento en que Azazel le pide que se transforme para ayudarlo y ella lo intenta en vano. 
    • Durante el juicio, Charioce quiere escuchar él mismo a Nina admitir que es el Dragón Rojo, pero ella lo niega, aunque Charioce sabe que está mintiendo.
    • El carcelero que está con Nina durante el juicio no deja que eleve su cabeza lo suficiente como para verle el rostro a Charioce y darse cuenta de que es Chris.

Símbolos: 

  • Ají rojo: Representa el vínculo entre Nina y Chris. Nina lleva en su ropa el mismo ají que Chris le devolvió durante el festival la noche anterior.
    A la vez, actúa como un amuleto que la protege de la mala suerte y de la muerte.

  • León alado: El león, que es conocido como símbolo de poder, orgullo, magnificencia, nobleza y valor, se asoció a Marcos porque destaca el poder de la resurrección, la majestuosidad y la realeza de Cristo y las características de su Evangelio.

    Este símbolo se encuentra en la silla real de Charioce cuando sentencia a Kaisar y a Nina a permanecer eternamente en las mazmorras.

    Por otro lado, el león representa la ferocidad, siendo un animal que describe muy bien a Charioce, ya que él es un cazador.

  • Bote: Simboliza desesperanza. Nina lamenta no haber podido ayudar a Azazel y, además, pierde la esperanza de ser libre. Lo mismo aplica a Kaisar.

Escenarios: 

  • Ciudad Real de Anatae
    • Centro de la ciudad
    • Castillo real
    • Isla-Prisión – Mazmorras
  • Tierra de los dioses
    • Cielo Vanaheimr

Referencias: 

  • The Day of Defeat: Título inspirado en el “Día del Recuerdo” de Japón, día en el que perdieron ante las tropas americanas durante la segunda Guerra Mundial.
  • León de San Marcos: El León de San Marcos es un león alado que representa simbólicamente a San Marcos Evangelista, patrón de Venecia.  
  • Cristo: El león alado destaca la resurrección, majestuosidad y la realeza de Cristo.
  • Isla Santo Stefano: La prisión de alta seguridad está inspirada en la que fue, alguna vez en el pasado, la Alcatraz de Italia.

Presagiador:

  • León alado: Charioce no venera a los dioses, pero la simbología usada en su silla muestra su faceta mesiánica que, junto a su nombre verdadero, Chris, vuelve a reiterar que se sacrificará por la humanidad en algún momento. 
  • Bote: Así como simboliza desesperanza, también simboliza la muerte y la augura. Hay algo entorno a Nina que la lleva a un destino de muerte, ya que es ella quien tiene mayor foco durante la escena de transporte a la isla-prisión.

    Este elemento con sentido fatal se complementa con un presagiador del episodio siguiente, en torno a lo que representa el número 17.
  • Líneas presagiadoras:
    • Muerte de Mugaro y ruina de Jeanne D’Arc:
      • Bacchus: ¿Qué buscan empezar con ese niño?
        Sofiel: Los humanos han perdido el camino, y Santa Gabriel desea guiarlos para que vuelvan a ofrecer sus plegarias a los dioses.
        Bacchus: ¿Y van a usar a ese niño para conseguirlo?
        Sofiel: El poder del niño es lo único capaz de anular la magia prohibida que usan los humanos.
        Bacchus: ¡Deja al niño al margen de esto! Volverá a ser el fin de Jeanne D’Arc.

      • Charioce: Los dioses están demasiado confiados ahora que tienen al niño, así que simplemente los mataré a todos. Cuando lo haga, esa mujer probablemente deje de rezar.

    • Seguridad de/en las mazmorras:
      • Charioce: Enciérrenlos a ambos en la prisión de la torre; permanecerán ahí eternamente.

      • Transportador: Bonita, ¿verdad? Es una mazmorra subterránea impenetrable.

        Si bien ni Nina ni Kaisar fueron ejecutados, pese a sus actos de traición, Charioce se muestra misericordioso y los envía a una prisión de alta seguridad.

        Esto llama bastante la atención porque, previamente, Charioce le había advertido a Kaisar que si se interponía en su camino lo mataría y, sin embargo, cuando éste se interpone, opta por mantenerlo con vida y enviarlo a un lugar impenetrable justo en un momento crítico en el que los dioses pueden atacar en cualquier momento.

        Algo parecido sucede en el caso de Nina. Charioce podría haberla mandado a ejecutar por ser sospechosa de ser el Dragón Rojo, pero no lo hace por dos motivos: está enamorado de ella y ve en ella un igual y, además, porque al igual que Kaisar, prefiere mantenerlos al margen de lo que pueda suceder, y las mazmorras parecen ser el lugar más seguro para ambos.

Personajes: 

  • Charioce: Mugaro inhabilita a su unidad Ónice con su poder, así que se ve forzado a sostener su espada y luchar por su vida. Demuestra su superioridad táctica y pelea a muerte contra Azazel, a quien acorrala fácilmente gracias a su fuerza.

    Kaisar interrumpe su pelea cruzando espada con ellos, neutralizando sus ataques e impidiendo que se hagan daño el uno al otro.

    Charioce acaba peleando directamente con Kaisar por su insolencia, pero Kaisar le quita la espada usando su mano mecánica. 

    Una vez los dioses capturan a Mugaro, su luz deja de funcionar, y es entonces cuando sus soldados ónice capturan a Kaisar y a Azazel.

    Nina aparece en escena, quien reconoce a Mugaro y lo llama por su nombre.

    Charioce sospecha que Nina es el Dragón Rojo en el preciso momento en el que Azazel le pide que se transforme para que ayude a Mugaro y salve a los demonios.

    Observa detenidamente a Nina, y aunque ella no logra transformarse, hace que sus hombres la tomen prisionera por sospecha de ser el Dragón Rojo.

    Durante el juicio a Kaisar y Nina, después de que los cargos de ambos son leídos, Charioce ordena enviarlos a la isla-prisión y que permanecerán ahí eternamente (*).

    (*): Los motivos tras esta decisión son revelados en el episodio 23.
    La prisión resulta ser el lugar más seguro de la ciudad y resistiría cualquier ataque o calamidad. Charioce sabe que una vez libere a Bahamut y use a Dromos, solo la gente que está en prisión, bajo tierra, sobrevivirá. Él no mataría nunca a Kaisar, ni mucho menos a Nina. Tiene a apresados a todos aquellos que considera podrían seguir adelante con la humanidad una vez él muera usando a Dromos.

    Nina no está de acuerdo con tener que pasar toda su vida en la prisión, así que trata de negociarlo. Charioce pide un momento y se acerca a ella, pero antes de que pueda decir algo, Nina le dice lo que piensa de él: que realmente no es un buen rey, pues abusa de demonios cuando realmente los necesita para que la ciudad prospere. Y que si bien humanos, dioses y demonios le temen, ella es diferente y no le tiene miedo alguno.

    Charioce piensa que la actitud de Nina es fascinante, pues es la primera persona que conoce que no le teme, así que solo ríe de forma natural cuando la oye. Además, le hace gracia escuchar que se le ve como alguien que odia a los demonios ya que en el episodio 17 se revela que Charioce no les guarda realmente ningún rencor mientras juega al fútbol con los niños demonios.
    A Charioce le gusta que haya alguien desafiante como ella y que exprese libremente lo que piensa y, a la vez.

    Charioce quiere saber si Nina es el Dragón Rojo, así que se lo pregunta directamente, pero ella esconde la verdad. Charioce sabe que lo es, pero no insiste y da la orden de que la lleven a ella y a Kaisar a prisión.

    Más tarde, Charioce visita a Azazel en la cámara de torturas y tras mencionar lo patético que se ve, le pregunta si de casualidad sabía la identidad del niño que le acompañaba todo este tiempo. Al ver que Azazel no lo sabía, lo califica de estúpido, ya que, por su culpa, sus planes se han arruinado (*) y tendrá que prepararse para combatir contra los dioses en cualquier momento y que ahora se verá forzado a matar al Niño Sagrado porque, sin duda, los dioses usarán su poder contra él.

    (*): Charioce quería capturar a Mugaro para impedir que se desatara una guerra en la que sabe que tiene desventaja si no usa a Dromos, arma que tiene reservada para acabar con Bahamut. Charioce podría morir antes de tiempo sin cumplir su gran objetivo a causa de una guerra imprevista y desatada por culpa de Azazel, ya que él fue quien arrastró a Mugaro en sus planes e hizo que acabara cayendo en las manos de dioses vengativos.

    En este episodio, se ve en Charioce un lado misericordioso, pues le perdona la vida a Kaisar, a quien había prometido matar si se entrometía en sus planes, y también a Nina, mostrando que su lado humano predomina por sobre sus deberes como rey cuando hay gente en la que confía y aprecia involucrada.


  • Nina: Nina va en busca de Mugaro y llega hasta el sitio en que Charioce y Azazel se están enfrentando. Al verla, Azazel le ruega que se convierta en dragón para ayudar a Mugaro y a los demonios muertos en batalla.

    Nina mira a su alrededor con horror al ver tantos muertos. Por el bien de Mugaro y de los caídos, intenta convertirse en el Dragón Rojo, pero al no poder hacerlo, es capturada por la unidad ónice por sospechas de ser el dragón que tantos problemas les ha dado.

    A la hora del dictamen de su sentencia, Charioce ordena que la encierren y que pase el resto de su vida en la prisión. A Nina no le gusta la idea, así que protesta.

    Cuando ve que Charioce se le acerca, no contiene su rabia y expresa su rechazo hacia él como rey y sus métodos abusivos para mantener la supremacía humana por sobre los demonios. Y aunque nadie se atreva a decirle eso porque todos le temen, ella es distinta y no le teme en lo más mínimo. Sus palabras hacen reír a Charioce,quien acaba preguntándole si es el Dragón Rojo, cosa que ella le oculta. 

    Al final del episodio, es enviada a la prisión de mujeres mientras lamenta no haber podido ayudar ni a Mugaro ni a Azazel.

  • Kaisar: Desobedece a Charioce y se interpone en su camino para evitar que éste de muerte a Azazel.

    Por su insolencia hacia el rey, es sentenciado a vivir en prisión eternamente, al igual que Nina.

    Kaisar queda impresionado cuando Nina expresa abiertamente a Charioce lo que piensa de él, y resulta ser muy similar a lo que él piensa. Y sigue impresionándose al ver cómo reacciona Charioce ante sus palabras, quien, en lugar de ser más severo con ella, simplemente ríe.

    Kaisar es llevado a la prisión de hombres, en donde queda justo frente a la celda de su viejo amigo Favaro.

  • Azazel: Aunque cree tener la ventaja mientras Mugaro usa su luz para cancelar el poder de las armaduras de la unidad Ónice, es derrotado por Charioce y Kaisar al mismo tiempo.

    Viéndose impotente y observar cómo Nina entra en escena, le implora ayuda para que salve a Mugaro de los dioses que han llegado a llevárselo.

    Azazel sabe que es el responsable de la muerte de sus camaradas y de que hayan tomado a Mugaro como rehén. Alberga la esperanza de que Nina lo ayude, pero al ver que no logra transformarse en el Dragón Rojo y es tomada prisionera, se lamenta por todo y haber arrastrado a todos aquellos de los que dependió a un destino desafortunado.

    Azazel es capturado y llevado a la sala de torturas para que revele más información sobre sus cómplices.

    Durante el interrogatorio, Azazel recibe una visita de Charioce, quien se ríe de lo miserable que es y pregunta si tenía alguna idea de la verdadera identidad de Mugaro. Azazel no tenía ni idea de que su amigo nunca fue un demonio, sino el hijo de Jeanne D’Arc.

    Charioce le dice que gracias a su torpeza, sus planes han sido arruinados y que ahora tendrá que prepararse para enfrentarse a los dioses, quienes no vacilarán en usar el poder del Niño Sagrado en contra de la humanidad. Y si antes solo quería capturarlo, ahora se verá forzado a matarlo si es que resulta ser una amenaza para él y la humanidad. Y aunque no quiere hacerlo, quizá, a fin de cuentas, eso logre ser el lo que haga que Jeanne deje de rezar y lleve a los humanos a que dejen de ofrecerle plegarias a los dioses de una vez por todas. 

  • El/Mugaro: Es capturado por los dioses mientras le salva la vida a Azazel y llevado al cielo Vanaheimr, en donde conoce a Gabriel, quien sabe su nombre real y quién es su madre.

  • Bacchus: Es capturado por Sofiel y los dioses por traición y es llevado a una celda en el cielo Vanaheimr junto a Hamsa.

    Confiesa a Sofiel que ocultó al Niño Sagrado porque presintió que los dioses tramaban involucrarlo en algo en lo que no debería.

  • Hamsa: Es capturado al mismo tiempo que Bacchus y llevado a la misma celda que él en la tierra de los dioses.

    Lamenta no haberle dicho a Sofiel que Mugaro era el Niño Sagrado y quiere salir de la celda.

    Le comenta a Bacchus que escuchó a Nina preocupada por ellos en el momento en que se los llevaban presos.

  • Sofiel: Captura a Mugaro al encontrarlo, y también a Bacchus y Hamsa, y los lleva a la Tierra de los dioses.

    Interroga a Bacchus en su celda para saber por qué le ocultó que había encontrado al Niño Sagrado, a lo que Bacchus contesta que lo hizo porque sintió que tenía que hacerlo.

    Sofiel le cuenta a Bacchus que Gabriel quiere usar a El para corregir el camino de los humanos y hacer que les ofrezcan plegarias como lo solían hacer, lo que molesta a Bacchus.

  • Gabriel: Recibe a Mugaro en el cielo Vanaheimr. Conoce la identidad de Mugaro y le dice que, si quiere ver a su mamá de nuevo y salvarla, tiene que ayudarla.

  • Alessand: Desaprueba que Kaisar haya actuado por su cuenta y desobedecido al rey. Enfatizando más su descontento con el desprestigio de los Caballeros Orleans.

  • Dias: A diferencia de Alessand, entiende a Kaisar y su desobediencia a Charioce.

  • Jeanne D’Arc: Se encuentra rezando en prisión. Nina queda frente a su celda.

  • Favaro: Reconoce a Kaisar, quien queda justo frente a su celda. 

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