Análisis Literario — VIRGIN SOUL #20: From Heaven to Hell


Resumen: Nina se encuentra acorralada por Soldados Ónice y el sicario que éstos contrataron para darle muerte. 


El sicario le comenta que sabe que ella no es un dragón puro y que es de un pueblo hacia el este en el que dragones y humanos conviven, un pueblo lleno de dragones cobardes que han perdido su orgullo y viven a merced de los humanos. 


Esto molesta tanto a Nina que inicia su proceso de transformación. 


Favaro intenta detenerla diciéndole que no caiga en la prvocación, mientras que Kaisar se preguntá qué están haciendo Azazel y los demás. 


Nina completa su transformación para defender el honor de su madre cuando el sicario le dice que purificará su sucia sangre contaminada por humanos. Al hacerlo, el sicario también revela su identidad al convertirse en un dragón mucho más grande y poderoso que ella.


Mientras tanto, Sofiel le pide a El que se aleje de Azazel, pero El se niega a hacerlo. Sofiel le reitera que la superficie es peligrsa porque los humanos intentarán quitarle la vida tan pronto se enteren de que es el Ñino Sagrado. 


Esta afirmación llama la atención de Allesand, quien no se esperaba que el niño que tanto habían estado buscando era Mugaro. 


Jeanne le agradece a Azazel por haber cuidado de El todo este tiempo, pero que tiene que volver con ella a la tierra de los dioses. El se aferra a Azazel, pues no quiere volver aún, pero Azazel lo arrastra con Jeanne.


De pronto, Mugaro ve luces en el cielo, y se da cuenta de que Nina está en apuros y sale en su ayuda sin pensarlo dos veces. Todos van tras él.


Allesand es dejado atrás, y solo puede pensar en que ha encontrado al Niño Sagrado y en que el líder de los Soldados Ónice rechazó su petición de unión al escuadrón por no ser digno de ellos. 


En el puerto, Nina es superada en fuerza y poder por el dragón del sicario, pero Favaro y Kaisar no pueden hacer nada para ayudarla. El sicario es tan poderoso que derriba al Dragón Rojo y hace que Nina vuelva a su forma humana y quede tirada entre los barriles del puerto. 


Estando indefensa, el líder de la unidad Ónice procede a tomar su vida directamente. Kaisar trata deternerlo diciéndole que es tan solo una niña y que cómo es posible que se atrevan a matarla. El líder lo ignora, pero Favaro lo para en seco tras decirle que, si la mata tendrá que responder ante el rey, quién tiene un gusto extraño y le ha tomado mucho cariño a Nina. 


Nina recobra la esperanza en el amor que Chris/Charioce le tiene. Sin embargo, el líder de los Soldados Ónice le dice que no se confunda, que ella no es más que un juguete desechable para el rey. Nina le replica que eso no es cierto, que han bailado y que incluso se han besado. 


Siendo así, el líder de la unidad Ónice decide mostrarle su rostro, asustando mucho a Nina, y le aclara que Charioce fue quien ordenó matarla. Nina no da crédito a lo que oye y sus ojos se llenan de lágrimas. 


La similaridad de la situación con su propio pasado, hace que Favaro se enfuerzca tanto que encuentra la forma de zafarse de los soldados que lo retienen tras apuñalar en la pierna a uno de ellos.  


Kaisar aprovecha la oportunidad y se zafa de los soldados que lo mantenían apresado también. Juntos, van a salvar vida de Nina. 


Cuando el dragón del sicario se interpone entre ellos, Favaro lo escala y Kaisar pasa por debajo de él, llegando a hacerle frente al líder de los Soldados Ónice, quienes le dan pelea junto al sicario. 


Favaro logra acercarse a Nina y le pasa su capa para que se cubra, pero Nina no reacciona porque está demasiado triste. 


Kaisar y Favaro no tienen más opción que luchar o morir en el intento, pero para su fortuna, son salvados por El, quien usa su luz para desprender las armaduras ónice de su poder. 


Jeanne corre hacia Nina y le pregunta a Nina si está bien, pero ella no es capaz de contestarle. 


Para poder ganar la batalla, Sofiel y Azazel unen fuerzas —a pesar de no llevarse bien —, y juntos dan muerte al dragón sicario. 


Jeanne ayuda a Nina, quien parece estar en un estado de shock profundo, y se conmueve al verla en tan mala condición.


Con ayuda de Sofiel, inmovilizan a los Soldados Ónice y los dejan amarrados en el puerto. 


Kaisar decide perdonarles la vida, aunque Favaro no está de acuerdo con su decisión, pero Kaisar repara en que, de cualquier manera, la prioridad es volver a la base con Rita y los demás. También le pide a Sofiel poder hablar con ella un momento. Sofiel accede siempre y cuando lo que tenga que decirle sea breve. 


Antes de irse, el líder de la unidad Ónice le pregunta a Kaisar por qué se empeña en ser un obstaculo para el rey, y si de verdad piensa que lo que hace es justo. Kaisar le responde que, para descubrirlo, necesita detener el sendero de destrucción de Charioce. El líder se ríe y le dice que lo que están haciendo nunca será más que una pequeña rebelión. Kaisar le pregunta qué es lo que pretende hacer Charioce, pero el líder oculta el secreto y tan solo le dice que no hay nada que pueda hacer al respecto.

 

Al regresar a la base y ver que están todos presentes menos Nina, Rita pregunta por ella. Favaro le dice que está en la carroza. 


Rita la examina y comenta que, por su apariencia, no parece estar deprimida por alguna herida o porque el plan haya fracasado. Favaro le cuenta que es porque el brazalete de Charioce no puede ser removido a menos que esté muerto. Y que cuando él se propuso matarlo, Nina se se lo impidió. Rita quiere saber si hay algo entre Nina y el rey, pero Favaro opta por seguir guardando el secreto de Nina y le responde que no tiene ni idea. 


Luego, Rita intenta entender el resto de la situación. Sabr porqué Jeanne esté con ellos, pero no entiende cómo fue que un ángel llegó ahí también. 


Sofiel se presenta y le dice que ha venido de la tierra de los dioses a llevarse a El/Mugaro y a los traidores Bacchus y Hamsa, cosa que asusta a estos dos.


Kaisar toma la oportunidad y le pregunta a Sofiel que sabe sobre el arma de Charioce. 


Sofiel le cuenta lo que sabe de ella por Gabriel; que es un arma mágica de un tiempo ancestral, anterior a la llegada de ángeles y demonios a estas tierras, y que nació de tecnología mágica que los ángeles habían sellado. Es un legado peligroso que dejaron los ancestros que gobernaron estas tierras, y que cuyo misterio tras su poder, nunca pudo ser descifrado por los dioses y que solo lo pudieron sellar para impedir su uso. 


Jeanne entiende ahora que la razón por la cual Charioce atacó los templos sagrados fue hacerse de aquella arma. 


Kaisar le hace una nueva pregunta a Sofiel, pues desea saber cómo es que Charioce fue capaz de usar semejante tecnología, pero Sofiel no puede darle una respuesta satisfactoria porque lo ignora. Tras cerciorarse de haber resuleto la interrogante de Kaisar, Sofiel le dice a Jeanne y Mugaro que es hora de regresar a la tierra de los dioses, pero El no quiere partir aún. 


Jeanne le pregunta si es que no quiere estar cerca de ella, pero Mugaro le dice que no es eso, sino que su poder tiene un propósito mayor, y es llevar paz al mundo, que nació por esa razón. Bacchus se entromete y le dice que eso no es cierto, que fue un regalo de su padre para su madre. Mugaro le pregunta para qué lo ayudó a llegar a la superficie, entonces; pero Bacchus le dice que simplemente fue algo fortuito. 


Al ver que no puede hacer nada, le dice a Jeanne que volverá a la tierra de los dioses con ella, y le pide que lo espere hasta el amanecer porque quiere despedirse de todos primero.


Nina se encuentra sola mirando el colgante que Chris le regaló mientras recuerda que éste le dijo que no podrán volver a bailar nunca más. Está tan dolida porque le mintió que patea el colgante y rompe parte de él, para luego caer al suelo, en donde llora mientras recuerda el momento en que se besaron. Al oír que Mugaro la llama, Nina finge estar bien y le pregunta qué pasa. 


Mugaro le cuenta que volverá a la tierra de los dioses. Nina se alegra porque Jeanne debe estar contenta y, que ya que será la última vez que se vean, dormirá junto a él en la carroza. Esto alegra mucho a Mugaro, aunque quiere saber si eso está bien, ya que ha crecido desde la última vez que durmieron uno el lado del otro. Nina le dice no pasa nada, y que vayan de regreso a dormir. De regreso, Mugaro nota que Nina está triste, y le pregunta qué le pasa, pero cuando pretende estar bien, Mugaro no insiste.


Favaro vigila a Nina porque está preocupado por ella, y parece entender algo que ella no. 


A la mañana siguiente, mientras Charioce toma sopa, recibe con algo de demora la visita que esperaba del líder de la unidad Ónice. 


Charioce le pide que haga todos los preparativos porque irá a Eibos a romper el sello. El soldado acata la orden, pero antes de retirarse, le dice que él y sus hombres le dieron muerte al Dragón Rojo la noche anterior. Charioce queda tan afectado por lo que se le dijo que no sigue comiendo y pierde fuerza en su puño izquierdo.


Dias se encuentra busando a Alessand en los cuarteles de los Caballeros Orleans mientras que los soldados que entrenan comentan que los intrusos que se infiltraron en el palacio no fueron encontrados. 


En la base, Jeanne se despide todos y le pide disculpas a Kaisar por no haberlo podido ayudar en esta lucha, pero que deja todo en sus manos. 


Favaro mira de lejos, y sigue preocupado por Nina.


Sofiel le pregunta a Bacchus si de verdad él y Hamsa no regresarán a la tierra de los dioses, a lo que Bacchus responde que están bien en la superficie. Hamsa le dice que, en el mejor de los casos, los encarcelarán si regresan; y que, en el peor, los exiliarán de verdad. Sofiel les dice que está en la misma situación que ellos, ya que fue a la superficie sin permiso de Gabriel. Bacchus queda pasmado al enterarse de eso y le llama la atención a Sofiel por su desobediencia, pero ella le dice que es la última persona que debería atreverse a decirle algo. Y que, sin emebargo, ahora entiende porqué él abandonó su antiguo hogar. 


Al verlos discutir, Hamsa deduce que Sofiel se está enamorando de Bacchus. 


Sofiel le encarga a Bacchus ayudar a sus amigos a descubrir las intenciones del rey.


Jeanne se despide de Nina, quien sigue muy deprimida, y le dice que se volverán a ver. Ya que Mugaro no está cerca, Nina le pregunta a Jeanne dónde está, y Jeanne supone que debe estar despidiéndose de Azazel.


En su despedida, Azazel le pide a su amigo que no olvide el nombre que le dio: Mugaro. Mugaro lo abraza, le da las gracias por todo, y se retira del lugar. 


En su camino a reunirse con Jeanne y Sofiel para irse, Alessand espera a Mugaro, escondido, a quien apuñala y deja sangrando en el suelo.


Estilo: La desesperanza está presente desde el momento en el que Nina se entera de que Charioce ordenó matarla, y vuelve a ser el tema de mayor foco cuando Charioce se entera de que el Dragón Rojo ha muerto, quitándole toda esperanza de que su amada esté con vida.


Punto de vista: Predomina el de Nina.


Tono: Desesperanzador


Recursos literarios fijos:

  • Temas transversales:
    • Amor
    • Identidad y Secretismo
  • Símbolos transversales (motifs):
    • Nubes
    • Llamas
    • Cornicello
    • Vendas
    • Fuente de agua
    • Ocarina

Recursos literarios mutables:

  • Temas del episodio:
    • Esperanza y Desesperanza
    • Traición

Conflictos: Esperanza vs. Desesperanza


Elementos temáticos:

  • Esperanza vs. Desesperanza:
    • El líder de los Soldados Ónice mantiene oculto lo que quiere hacer Charioce con Dromos, y le dice a Kaisar que no hay nada qué él ni nadie puedan hacer.
    • Nina pierde la esperanza de que Charioce la ame de verdad cuando se entera de que fue él quien ordenó matarla.
    • Charioce pierde la esperanza de que Nina esté con vida cuando el líder de los Soldados Ónice le miente al decirle que se deshicieron del Dragón Rojo la noche anterior. 
    • El pierde la esperanza de poder llevar paz al mundo cuando lo convencen de volver a la tierra de los dioses.
    • Alessand tiene la esperanza de mostrarse digno ante los soldados Ónice si mata al Niño Sagrado por su cuenta.
  • Traición:
    • El líder de los Soldados Ónice traiciona a Charioce al atacar a Nina y no al Dragón Rojo, y lo vuelve a traicionar al decirle que le han dado muerte. 
    • Sus motivos son hacer que Charioce no dude en su convicción y acabe con Bahamut antes de que él y sus hombres mueran antes de tiempo.
    • Allesand traiciona a Kaisar y a los demás al apuñalar a Mugaro cuando se entera de que es el Niño Sagrado, todo con el fin de poder obtener un reconocimiento por haberlo hecho.
  • Amor:
    • Nina se entera de que Charioce fue quien ordenó matarla, y entra en conflicto entre lo que siente por él y lo que él le ha hecho.
    • Charioce pierde su voluntad de seguir viviendo al enterarse de que el Dragón Rojo, Nina, ha muerto. Esto aumenta el conflicto interno de Charioce, considerando que le tuvo que romper el corazón a su amada antes de que su vida terminase. Además, cree que haberle dado el amuleto no sirvió para librarla del destino de muerte con el que la marcó. Por lo tanto, su muerte se ha convertido en su castigo.
    • Rita sospecha que Nina y Charioce son amantes, aunque Favaro lo encubre.
    • Bacchus le dice a Mugaro que no nació para llevar paz al mundo, sino que fue un regalo de su papá a su mamá como prueba de su amor.
    • Sofiel empieza a darse cuenta de que Bacchus le gusta.
  • Identidad y Secretismo:
    • Alessand se entera de que Mugaro es el Niño Sagrado que los hombres del rey han estado buscando todo este tiempo, y no le cabe duda alguna de su identidad cuando lo ve salir volando a ayudar a Nina.
    • El sicario contratado para matar a Nina resulta ser un dragón puro que ha vendido su alma a los demonios.
    • Sofiel revela su identidad a quienes no la conocían y le cuenta a Kaisar el origen ancestral y naturaleza destructiva del arma que posee.
    • Azazel le pide a Mugaro que no olvide del nombre que le dio.

Símbolos: 

  • Redes: Al igual que en el episodio anterior, las redes simbolizan una trampa o captura. Nina ha caído en la trampa que la unidad Ónice le ha tendido.
  • Nubes: Al ser oscuras, representan dificultad.
    El color no sólo oscurece el ambiente, sino que también transmite el sentimiento de depresión. Las nubes de lluvia pueden utilizarse como metáfora cuando todo parece ser borroso e incierto. Estas nubes aparecenen el cielo desde el momento en que Nina deja el palacio, después de que Charioce rompiera su corazón.
  • Barril roto: Simboliza estar en un dilema o en una posición vulnerable o difícil. Nina cae sobre barriles y vuelve a su forma humana, quedando desprovista de su poder sobrehumano, desnuda, y débil física y emocionalmente. Es su momento más vulnerable.
  • Llamas furiosas: Simboliza el dolor de un corazón roto. Están al inicio de la escena en la que Rita comenta que Nina no está deprimida porque el plan haya fallado o porque esté lastimada físicamente. Se dice que el amor es una llama eterna, a veces el amor puede ser increíble, pero al mismo, tiempo puede doler. 
  • Cornicello roto: Su significado es dual, ya que simboliza dos cosas:
    • Los corazones rotos de Nina y Chris.
    • El que ha cumplido su función y la ha protegido a Nina del destino de muerte que Charioce le impuso, que es lo que buscaba Chris al obsequiárselo.
  • Vendas: Simbolizan el dolor físico y emocional. Nina tiene el antebrazo derecho vendado a causa de la pelea que tuvo con el dragón sicario, y porque oculta su dolor emocional causado por Charioce a los demás.
    Es relevante que las vendas estén en su brazo derecho, ya que fue con ese brazo con el que echó un pulso con Chris cuando se conocieron, y es el brazo que ahora está herido.
  • Beber sopa: Simboliza la esperanza. Charioce bebe sopa cuando el líder de los Soldados Ónice lo visita, pero deja de hacerlo al enterarse de que el Dragón Rojo ha muerto, simbolizando la pérdida de su esperanza.
  • Perder fuerza en la mano empuñada: Simboliza la pérdida voluntad de vivir de Charioce. Al perder la esperanza de que Nina esté con vida, pierde también la razón de seguir viviendo.
  • Fuente de agua: El agua que fluye en la fuente simboliza el flujo de la felicidad y el amor. Este símbolo está presente en el flashback que Sofiel tiene cuando se queda mirando a Bacchus.
  • Ocarina: Representa el lazo que une a Mugaro y Azazel.

Escenarios: 

  • Ciudad Real de Anatae
    • Puerto
    • Suburbios
    • Castillo Real

Referencias: 

  • Over a barrel: Frase náutica que significa estar en un dilema o en “una posición de debilidad o difícil”.
  • Cornicello roto: Si la punta se rompe, significa que el amuleto simplemente ha cumplido su función, acumulando toda la energía negativa en su punta.
  • From Heaven to Hell: El título del episodio se inspira en el filme de Akira Kurosawa "Tengoku to Jigoku", estrenado en 1963.

    El filme trata de un ejecutivo que le informa a su familia que cuenta el dinero necesario para hacerse de una importante compañía de zapatos, pero ese mismo día, recibe una llamada de alguien que dice haber secuestrado a su hijo.
    Las cosas se tornan extrañas cuando su hijo vuelve a su casa esa noche, y se entera de que el secuestrados ha secuestrado al hijo de su chofer en su lugar.

    Así como en la película hay un juego de identidades, los Soldados Ónice y el sicario que contrataron atacan a Nina, en lugar del Dragón Rojo, para darle muerte.

Presagiador: 

  • Líneas presagiadoras:
    • Sofiel: El mundo de la superficie es peligroso. Si los humanos descubren que el Niño Sagrado está en Anatae, sin duda intentarán quitarle la vida.
      Alessand: (¿El Niño Sagrado… es ese mocoso?)

      Estas líneas presagian que será Alessand quien tome la vida de Mugaro. Además, ya había sido anunciado a través de los elementos del episodio 18.

    • Líder de los Soldados Ónice: ¿Por qué obstaculizas a su majestad? ¿De veras puedes decir que lo que haces es justo?
      Kaisar: Para descubrirlo, debo detener el sendero de destrucción de su majestad.
      (El líder de los Soldados Ónice ríe)
      Kaisar: ¿Qué es tan divertido?
      Líder de los Soldados Ónice: Lo que estás haciendo nunca llegará a ser más que una pequeña rebelión.
      Kaisar: ¿Qué piensa hacer el rey?
      Líder de los Soldados Ónice: No hay nada que puedas hacer. Recuérdalo.

      Estas líneas presagian que lo que Charioce quiere no es destruir, sino hacer algo para evitar la destrucción, pero al ser tan secretivo, Kaisar no entiende lo que quiere decir el líder de los Soldados Ónice.

    • El/Mugaro: Mi poder es para un propósito superior. Por eso, tengo que quedarme aquí para traer la paz al mundo. ¡Para eso nací!

      Estas líneas presagian algo que será un paralelo a Charioce. Mugaro es básicamente un mesías gracias al poder que tiene, ya que al ser mitad humano y mitad dios, y siendo su mejor amigo es un demonio, su misión es llevar paz a las tres especies. 

      Y es necesario que se quede en la superficie para cumplir su cometido, cosa que solo parece ser posible por medio de su muerte, la que llevará que dioses, demonios e incluso humanos se unan. Leer explicación completa en el análisis del episodio 24.

      De forma parecida, Charioce usará el poder ancestral de Dromos para llevar paz al eliminar a Bahamut. Pero a diferencia de Mugaro, la paz que Charioce pretende llevar es demostrándole al mundo la superioridad de la especie humana ante los dioses y demonios al acabar con la mayor amenaza de todas con el poder que posee.

Personajes: 

  • Nina: Al tendérsele una trampa, se ve forzada a luchar contra un dragón de sangre pura, quien es el sicario al que contrataron para matarla. Al verse superada por su fuerza, vuelve a su forma humana, quedando indefensa y vulnerable al tiro de gracia que el líder de los Soldados Ónice pretende darle. Favaro le salva el pellejo al hacer titubear al líder al decirle que si la mata, tendrá que responder ante el rey, ya que éste tiene un gusto extraño y le ha tomado mucho afecto a Nina.

    Nina recobra un poco de esperanza al escuchar las palabras de Favaro y se enfrenta al líder contándole que ha bailado y se ha besado con Charioce. En ese momento, el líder vuelve a quitarle las esperanzas de que Charioce la quiera de verdad porque le dice que fue él quien ordenó matarla. Nina rompe en lágrimas y es ayudada por Favaro y Kaisar, quienes logran deshacerse de los soldados que los apresaban.

    Nina entra en shock y no reacciona, aunque Favaro la cubre con su capa y defiende junto a Kaisar. Cuando Mugaro, Azazel, Sofiel y Jeanne acuden a su ayuda, Nina reacciona gracias a Jeanne, quien la abraza para consolarla.

    Una vez en la base, Rita la revisa y trata las heridas, pero su ánimo está por el suelo por todo lo que le pasó recientemente. Se mantiene en la carroza de Bacchus y, cuando se siente físicamente mejor, se dirige a la caverna, en donde llora porque no entiende por qué Chris le mintió.

    En su desahogo, Nina patea el colgante que Chris le regaló y la punta de éste termina rompiéndose.
    Nina acaba cayendo al suelo en desolación, pues no puede evitar seguir llorando al pensar en sus momentos con Chris, pero debe disimular que está bien cuando Mugaro la encuentra para decirle que se irá a la tierra de los dioses a la mañana siguiente.

    Nina hace lo posible por lucir animada frente a él, pero sabe que Mugaro nota que está triste. Al día siguiente, se despide de Jeanne y le pregunta donde está Mugaro, ya que no se ha despedido de él aún, a lo que Jeanne le dice que, probablemente, esté despidiéndose de Azazel.

  • Chris/Charioce: Ha decidido ir a Eibos porque, ahora que ha roto el corazón de Nina —y también el suyo en el proceso—, quiere romper el sello que contiene a Bahamut lo antes posible.

    Al estar tomando sopa en la escena, se comunica que alberga la esperanza de que Nina esté con bien y con vida, pero cuando el líder de los Soldados Ónice le dice que mataron al Dragón Rojo la noche anterior, Charioce deja de beberla y pierde fuerza en su puño, transmitiendo que ha perdido toda esperanza, y que está acabado emocionalmente.

    En este momento, su razón de sacrificio vuelve a cambiar, su razón se ha vuelto su maldición porque es el precio de que debe pagar como castigo por haber matado a Nina. Además, ya no tiene una razón para seguir vivo, puesla mujer que le daba sentido a su vida y amaba ha muerto por su culpa.

  • Favaro: Al caer en la trampa de los Soldados Ónice, le ordena a Nina que huya, pero cuando ve que su aprendiz no tiene salida, hace lo que puede para salvar a Nina de la muerte. Le advierte al líder de los Soldados Ónice que, si mata a Nina, tendrá que darle explicaciones a Charioce, ya que éste está enamorado de ella (*).

    • Favaro: ¡Detente! ¡Si la matas, tendrás que responder ante el rey! Tu rey tiene un gusto extraño, ¿lo sabías? Parece que le ha tomado bastante cariño a esa enana.

      (*): Hay que fijarse bien en estas líneas, ya que nos dicen más sobre Chris/Charioce, pues no es solo una observación por parte de Favaro, sino que esto va de la mano con la fascinación que Chris/Charioce siente por el Dragón Rojo desde que lo vio —encontrándolo hermoso e imponente—, cobrando más sentido el que sienta esta atracción por él porque él mismo posee genes de dragón también, dado a todas las pistas entregadas sobre su personaje en episodios previos.

    Sin embargo, cuando el líder revela que quien ordenó matarla fue Charioce, Favaro recuerda su propio pasado y pierde los estribos, dándole la fuerza necesaria para poder quitarse a los Soldados Ónice de encima e ir en ayuda de Nina.

    Favaro cubre a su aprendiz con su capa cuando logra llegar con ella, pero cuando que ve no reacciona y que tendrá que luchar junto a Kaisar, no le queda más que seguir haciéndole frente a la situación. Para su alivio, Mugaro, Azazel y Sofiel llegan a ayudar y matan al dragón sicario y reducen a los Soldados Ónice, a quienes perdonan la vida y dejan atados en el puerto. Favaro le dice a Kaisar que debería matarlos, pero éste no opta por la violencia. Favaro se lleva a Nina en su espalda y abandona el lugar junto a sus compañeros.

    En la base, cuando Rita pregunta qué le ha pasado a Nina, Favaro le cuenta que no hay forma de hacerse con el brazalete, a menos que Charioce muera, y que Nina lo protegió cuando lo amenazó con quitarle la vida. Favaro elige mantener el romance entre Nina y Charioce en secreto cuando Rita le pregunta si pasa algo entre ambos. De hecho, prefiere ser él mismo quien vele por Nina, así que la vigila y sigue todo el tiempo sin que ella lo note.

    Favaro parece entender que Charioce realmente ama a Nina y que haberle roto el corazón fue para no revelarle que pretende sacrificarse en cualquier momento. 
  • Kaisar: Se preocupa por la vida de Nina y la ayuda una vez que, gracias a Favaro, logra quitarse de encima a los Soldados Ónice. Al recibir un coletazo del dragón sicario, queda con unas costillas rotas, pero sigue luchando.

    Después de que Mugaro, Azazel, Jeanne y Sofiel acuden en su ayuda, Kaisar le perdona la vida a los Soldados Ónice. El líder de éstos le pregunta por qué se interpone en el camino del rey, y Kaisar responde que debe averiguar cuáles son sus intenciones y evitar la destrucción, pero cuando el líder se ríe, Favaro no entiende de qué va todo y solo le queda claro que no hay nada que pueda hacer para detenerlo, aumentando sus sospechas de que pretende usarlo con un fin desfavorable.

    Al ver a Sofiel, le pide poder realizarle una pregunta más tarde, cosa a la que ella accede. Una vez en la base y con sus heridas ya tratadas por Rita, le pregunta a Sofiel qué es el arma que Charioce posee. Sofiel le cuenta entonces lo que sabe gracias a Gabriel, que es un arma ancestral de tiempos anteriores a cuando dioses y demonios vagaban por el mundo, que se trata de un arma de destrucción masiva cuyo funcionamiento los dioses nunca fueron capaces de decifrar y, entonces, optaron por sellar para evitar caos. Con este relato, Kaisar refuerza su idea de que el arma tiene un fin siniestro.

  • Líder de los Soldados Ónice: Atenta tomar la vida de Nina una vez que el sicario la ha dejado indefensa, pero se detiene cuando Favaro le dice que tendrá que explicar sus acciones ante Charioce, porque éste la quiere. El líder sabe que lo que Favaro observa es cierto, sin embargo, sigue firme en su posición y afirma que quien ordenó matarla fue el mismísimo Charioce, cosa que es una verdad a medias, ya que Charioce ordenó matar al Dragón Rojo y no a Nina directamente (*).

    (*): Hay que recordar que las identidades juegan un papel determinante en Virgin Soul.
    Dar una órden de muerte contra el Dragón Rojo no es lo mismo que ordenar la muerte de Nina, aunque ambos sean la misma entidad.

    El líder queda sin fuerza alguna cuando El llega en ayuda de Nina haciendo uso de su luz divina.

    El líder cree que Kaisar y su grupo pretenden impedir que Charioce aniquile a Bahamut, y es por esa razón que le dice todo lo que hacen será recordado como una pequeña rebelión.

    Al día siguiente, el soldado atiende al llamado de Charioce, quien le informa que irá a Eibos a romper el sello que mantiene a raya a Bahamut, y que lo deja a cargo del castillo. El soldado le dice que realizará todos los preparativos y, antes de retirarse, le miente a Charioce y le dice que la noche anterior dieron muerte al Dragón Rojo.

    El soldado hace esto porque piensa que de esa forma Charioce no vacilará en sacrificarse, pues ya no tiene nada que lo ate a la vida, pero falla en comprender que Nina era su gran motivación para sacrificarse, ya que quería hacerlo para heredarle un mundo pacífico. 

  • Jeanne: Le agradece a Azazel por haber cuidado de su hijo todo este tiempo y le dice a El que debe regresar con ella a la tierra de los dioses.

    Cuando su hijo sale volando a ayudar a Nina, se apresura en ir con él con ayuda de Sofiel y Azazel.

    Al llegar al puerto, se cerciora de que Nina esté bien y le ofrece apoyo emocional. Más tarde, en la base, Jeanne insiste en que El debe regresar con ella a la tierra de los dioses, pero como su hijo se niega, le pregunta si es porque no quiere estar cerca de ella. El le dice que no se trata de eso, sino que su propósito es llevar paz al mundo, y que estando en la tierra de los dioses no podrá hacerlo.

    Jeanne queda sin palabras cuando Bacchus interviene y le llama la atención a El, quien le hace ver que la única razón por la cual nació fue para darle paz a su madre. El se disculpa con Jeanne y le dice que volverá con ella, lo que la llena de felicidad.

    Como El quiere despedirse de todos primero, acuerdan irse a la mañana siguiente. Jeanne se despide de Kaisar, lamentando tener que dejar la lucha en sus manos y no poder hacer más, y también se despide de los demás y de Nina, quien le pregunta dónde está Mugaro, a lo que ella contesta que segramente se está despidiendo de Azazel.

  • Sofiel: Le pide a El que se aleje de Azazel e intenta convencerlo de que regrese a la tierra de los dioses, pero sus esfuerzos son en vano, ya que El no quiere y, además, sale volando a ayudar a Nina cuando siente que está en peligro. Al llegar al puerto, El usa su poder para anular el poder de las armaduras de los Soldados Ónice y Sofiel une fuerzas con Azazel para deshacerse del dragón sicario.

    Cuando Kaisar le pide hacerle una pregunta, ella accede.

    En la base, Sofiel se presenta como uno de los ángeles de Gabriel y que tiene la misión de llevarse a El y a los traidores Bacchus y Hamsa de regreso a la tierra de los dioses. Luego, cuando Kaisar le pregunta sobre Dromos, Sofiel le responde que es un arma que se remonta a tiempos ancestrales en los que ni demonios ni dioses vagaban por el mundo aún, que es un arma cuyo poder los dioses nunca lograron descifrar cómo funcionaba y que prefiririeron sellar para evitar su mal uso.

    Más tarde, El se niega a volver a la tierra de los dioses incluso cuando Jeanne se lo pide, y se sorprende al ver cómo Bacchus interviene para hacerle entender a El que la razón de su nacimiento no fue para entregar paz a la humanidad, sino paz a su mamá, ya que fue un regalo que Michael le dio como muestra de su amor. En ese momento, Sofiel parece estar dándose cuenta de que Bacchus le atrae.

    Al día siguiente, Sofiel le pregunta a Bacchus si realmente quiere quedarse en la superficie y, cuando Bacchus le contesta que si vuelve será un prisionero o será exiliado, ella le dice que están en la misma situación y que ahora entiende porqué decidió irse de la tierra de los dioses en el pasado, dejando a Bacchus sin palabras.

  • El/Mugaro: Guía a Allesand a la base junto con Azazel cuando se encuentran con su mamá y Sofiel en el camino, quienes intenta convencerlo de que regrese con ellas a la tierra de los dioses porque corre riesgo vital en la superficie, ya que, si algún humano llega a enterarse de que es el Niño Sagrado, lo matarán. Mugaro se niega y, cuando siente que Nina está en peligro, vuela en su ayuda, haciendo que Jeanne, Sofiel y Azazel vayan tras él a apoyarlo y protegerlo.

    Mugaro salva a Nina, Favaro y Kaisar haciendo uso de su luz divina, la que anula el poder de las armaduras ónice.

    Una vez a salvo, en la guarida, Jeanne intenta convencerlo de que regrese junto a ella y Sofiel a la tierra de los dioses, pero Mugaro se niega porque está seguro de que nació para poder llevar paz al mundo.

    Cambia de parecer cuando recibe un sermón de Bacchus, quién sostiene que nació para darle paz a su madre, ya que fue un regalo de Michael a Jeanne como prueba de su amor.

    Mugaro le ruega a Sofiel que le de hasta la mañana siguiente para tener tiempo para despedirse de todos, y ella accede.

    Mugaro encuentra a Nina sola y le dice que partirá a la tierra de los dioses al amanecer. Nina le dice que eso la pone muy feliz porque Jeanne debe estar contenta. Mugaro nota que Nina está triste y le pregunta si está bien, pero cuando ve que Nina hace lo posible por ocultarle debilidad emocional, no insiste en averiguar la razón detrás de su desánimo.

    A la mañana siguiente, Mugaro se despide de Azazel, quien le pide que no olvide el nombre que le dio. Mugaro lo abraza y le da las gracias mientras rompe en llanto.

    En su camino de regreso con Jeanne y Sofiel, es interceptado por Alessand, quien esperaba su aparcición para apuñalarlo. Mugaro cae al suelo, en donde se desangra.

  • Alessand: Queda estupefacto al enterarse de que Mugaro es el Niño Sagrado. En ese momento, recuerda que el líder de los Soldados Ónice le dijo que no era digno de unirse a ellos, por lo que no tiene una mejor idea que esperar hasta el momento indicado para tomar su vida antes de permitirle regresar a la tierra de los dioses.

    Esa noche, Alessand no regresa al castillo y no asiste al entrenamiento porque se la pasó todo el tiempo oculto en la base, esperando el momento exacto para apuñalar a Mugaro.

    Tras haber realizado su cometido, Allesand deja la guarida llevando la ensangrentada arma del crímen con él.

  • Bacchus: Se oculta de Sofiel junto a Hamsa, pero son rápidamente vistos por ella.

    Bacchus sermonea a Mugaro y lo convence para que regrese a la tierra de los dioses con su madre, ya que la verdadera razón de su nacimiento fue para el bien de su madre como muestra del amor que Michael siente por ella.

    Al día siguiente, cuando Sofiel le pregunta si realmente quiere permanecer en la superficie, Bacchus le dice que ahí será encerrado o exiliado, en el peor de los casos, así que prefiere quedarse con los humanos. En el momento en el que Sofiel le dice que ahora entiende porqué dejó su tierra natal, se sorprende mucho, ya que no puede creer que Sofiel diga algo tan propio de ella.

  • Hamsa: Cuando Bacchus menciona que Mugaro fue un regalo de Michael para Jeanne, le pregunta si hay alguna evidencia de ello, pero acaba siguiéndole el juego.

    A la mañana siguiente, cuando Sofiel, Jeanne y Mugaro se preparan para regresar a la tierra de los dioses, Hamsa apoya a Bacchus al decir que prefiere vivie en el mundo de los humanos y ser libre, antes que permanecer prisionero o ser exiliado de verdad.

  • Dias: Se encuentra en busca de Alessand, ya que no está entrenando en los cuarteles de los Caballeros Orleans como debería, ni en ningún otro lado que haya revisado.

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